"Educación Pública" (2013)
Con una terminación clásica junta con un leguaje visual moderno, la obra de Diego Cirulli habla de la “Educación Publica” en varios niveles de lectura relacionados con las realidades de los menores en la Republica Dominicana. Estas obras enfrentan la comodidad del observador tocando temas que la sociedad a veces prefiere evadir. En esta serie, el icono del uniforme escolar, más que el mismo individuo, toma el papel de protagonista cargando con sí mismo la simbología que no solo toca el tema del sistema educativo, pero también trae a la luz el tema incomodo del menor como objeto sexual, ya sea del punto de vista del mismo menor igual que del punto de vista del adulto.
Con el símbolo del uniforme escolar y la repetición de su imagen, la experiencia académica es implícita. Los uniformes son parte de la sistematización de la educación o la uniformidad que pide el sistema para facilitar la disciplina y obediencia colectiva. La ausencia de algún espacio arquitectónico en las obras amplifica el significado de los uniformes y el papel de los jóvenes que los usan y se conforman a su molde. Con el uso del uniforme, estas obras representan a los jóvenes como la materialización de todo lo que implica el aprendizaje de la ‘educación publica’.
La sexualización del menor es el tema que más impregna con incomodidad cuando uno se enfrenta a las obras y sin embargo, esta incomodidad es precisamente la fuerza mayor que cargan las obras por su manera tan efectiva de tocar un tema tan delicado. Con ningún dramatismo, ni prejuicio, ni juzgamiento, el tema tabú brota de la sala de exhibición y no se puede ignorar. Diego logra traer a la luz un tema que pocos hablan en este país, envuelto del tema de la educación del cual todos hablan. Su estrategia como comentador social es genial y sus tácticas como artista son sobresalientes. Con un lenguaje visual sofisticado, nos abre los ojos a temas que quizás preferimos evadir.
Hay piezas compuestas de una factura impecable que es placentera al ojo, pero intimidan al mirarlas porque el contenido lleva al observador a sentirse como un voyeur o hasta un depredador igual que lo puede hacer sentir como el objeto siendo seducido por el menor buscando una aventura. Cualquier de los papeles que uno tome como observador es incomodo, pero obliga a uno a pensar en la complejidad de la situación que lo enfrenta. Quizás las obras están preguntando de donde inician estos comportamientos o de donde se aprenden y como se apoyan y como se refuerzan y como se siguen diseminando. Brindan mas preguntas inquietantes que respuestas claras.
Si estos comportamientos que la sociedad mantiene disfrazados nacen o se aprenden en nuestra formación educativa, no lo sé. Pero esta muestra se ha arriesgado en señalarlos ya sean correctos, incorrectos, morales o inmorales y de tal manera que no se pueden ignorar. El éxito está en que un tema mayormente oculto se ha expuesto de una manera inteligente y con una sensibilidad que permite iniciar un dialogo de lo que no se habla.
Raúl Miyar 2013
(Jefe del departamento de Bellas Artes de la Escuela de Diseño Altos de Chavón. La Romana. República Dominicana)
“Public Education”
Possessing a classical quality, together with a modern visual language, the work of Diego Cirulli addresses the idea of “public education” through numerous layers of interpretation that relate to minors in the Dominican Republic. These pieces confront the viewer’s comfort zone by exposing topics that conventional Dominican society would preferably evade. In this series the ubiquitous icon of the school uniform, more so than the individual him/herself, takes on the protagonist’s role that symbolically refers to the educational system as it brings to light the uncomfortable topic of minors as sexual objects, whether it’s from the perspective of the minor or from that of the adult.
Through the symbol of the school uniform and its repetition, the academic experience is implicit. The uniforms are part of education’s systemization or the uniformity that the system requires to facilitate a collective discipline and obedience. The absence of any architectural space in the work amplifies the significance of the uniforms and the role of the children that wear them and who conform to their mold. Through the use of the uniform, these pieces represent the youngsters as the manifestation of all that is implied by ‘public education’.
The sexualization of minors is the issue that most uncomfortably impregnates the spectator and despite it all, this discomfort is precisely the fundamental strength that the work possesses due to the extremely effective manner in which such a delicate topic is handled. Without any drama, prejudice or judgment, the taboo topic overflows throughout the exhibition space and cannot be ignored. Diego manages to bring to light a subject that few talk about in this country, wrapped in the subject of education that everyone talks about. His strategy as a social commentator is genius and his tactics as an artist are outstanding. With a sophisticated visual language, he opens our eyes to subjects that we would all maybe prefer to avoid.
This show features impeccably finished pieces that are pleasing to the eye, but when gazed upon they intimidate because the content makes the observer feel like a voyeur or even a predator, while simultaneously feeling like the object of desire that is being seduced by a minor who is looking for an adventure. Whichever role one takes on as the observer, the result in uncomfortable, but it forces the spectator to evaluate the complexity of the confrontation with the depicted image. Maybe the work is asking where this behavior is initiated from or where it’s learned and how it’s supported and how it’s reinforced and how it continues to be disseminated. It brings about more questions as opposed to clear answers.
Whether these behaviors that remain disguised by society are born or are learned during our educational formation, I don’t know. However, this exhibition has risked pointing them out whether they are correct, incorrect, moral or immoral and in such a manner that they can’t be ignored. Its success lies in the fact that a mostly shrouded topic has been exposed in an intelligent manner and with a level of sensitivity that can initiate a dialogue about that which is not spoken.
Raúl Miyar 2013
(Jefe del departamento de Bellas Artes de la Escuela de Diseño Altos de Chavón. La Romana. República Dominicana)